Fundación
Guillermo Cano Isaza nació en Bogotá el 12
de agosto de 1925, en el hogar de Gabriel Cano Villegas y Luz Isaza. Cursó
estudios de bachillerato en el Gimnasio Moderno de Bogotá, donde siempre se
destacó como comunicador nato, al punto de que en sexto año de secundaria fue
el director de El Aguilucho, periódico del centro educativo.
Los recuerdos de Guillermo Cano empiezan por su familia.
Nunca conoció a su abuelo, pero como él mismo lo escribió alguna vez, comenzó a
conocerlo espiritualmente en Fidelena, la finca de la familia en Sabaneta
(Antioquia), cuando alrededor de un árbol florecido, se deleitó con los versos
navideños del fundador del periódico que leían con entusiasmo sus tías.
Desde que salió del colegio sabía que su destino sería el
periodismo. Su padre, Gabriel Cano, lo llevó a El
Espectador hacia 1943
y rápidamente aprendió a diagramar, a corregir pruebas, a leer al revés, a
llevar galeradas a las páginas, a untarse de tinta. Hasta que debutó como
periodista apoyado por su padre y por su tío Luís Cano, de quienes aprendió a
escribir.
Don Guillermo empezó escribiendo noticias culturales, después
se volvió cronista taurino y, como era admirador de Conchita Cintrón, su padre
lo bautizó “Conchito”. Ese fue su primer seudónimo. Escribió en deportes, hizo
crónicas desde Europa, en varios años concretó su curso necesario de reportero
raso.
Hacia 1948, cuando Colombia empezaba a vivir aciagos momentos
de violencia política, Guillermo Cano fundó el Dominical de El
Espectador. Un año más tarde se retiró Luís Cano de la dirección
del periódico y asumió Gabriel Cano, quien inmediatamente llamó a colaborar a
su hijo en la orientación periodística del diario.
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